Para terminar el año, me fui hasta Brujas!. Aunque con todos las noticias de ataques, amenazas, etc, etc… La gente de Europa no le importó y lo celebró a lo grande!
Realmente no pensé que Brujas quedaba muy lejos desde el lugar que resido (Alemania), fueron casi 10 horas de tren, subiendo, bajando, volver a subir y al fin llegar al destino. Esta vez no fui en bus por qué sería mucho más lejos. Brujas se encuentra en el extremo noroeste de Bélgica a 90 kilómetros de la capital Bruselas, es una ciudad Belga realmente impresionante, sus puentes, sus canales, la hacen llamar la Venecia del Norte.
Tomamos el tren, muy temprano por la mañana a las 5am!, luego llegamos a Bruselas, luego tomas otro tren que te lleva hasta la estación central de Brujas, esta estación es mucho más agradable que la del propio Bruselas.
Un consejo si van a visitar próximamente Europa es preferible cargar siempre el pasaporte o documentos que acrediten su estadía, muchas veces se dice que lleven la copia pero actualmente la situación es un poco complicada en algunas ciudades, donde los policías están siempre alertas y pidiendo documentos no sólo a extranjeros sino a los propios residentes del país.
El idioma principal en esta ciudad es el Flamenco, es muy raro por qué normalmente es una ciudad con muchos turistas pero todo está escrito en flamenco y muy poco en francés o en inglés (ejemplo la foto del tren) jaja no sabía si era alemán o inglés! Pero entendí la palabra BRUGGE ✔️. Pero no te preocupes los restaurantes, las tiendas todos hablan inglés o francés y hasta algunos restaurantes tienen su carta incluido en español, así que el miedo del idioma te lo vas quitando de la cabeza!.
En esta temporada, como todos los lugares, están llenos por las celebraciones de fin de año, es una ciudad pequeña por lo tanto no hay mucha demanda de hoteles. El mayor atractivo de Brujas es su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. Llegar a la ciudad vieja es muy fácil y muy cerca. Caminas acerca de 1km de camino desde la estación central, caminando y observando los lindos canales que saltan al caminar, los puentes, la gente del lugar haciendo ejercicios otros manejando bicicleta, muy tranquilo muy cómodo.
Caminando hacia la ciudad antigua, la primera parada será el Monasterio de la Viña (Beguinaje de Brujas). Este monasterio aún activo es desde el año 1245, con una treintena de casitas de beguinas de color blanco, rodean un jardín y una iglesia de estilo barroco. Cerca de la entrada, una de las casas se ha convertido en museo sobre la vida cotidiana de las beguinas. Se pueden ver cuadros de siglos anteriores y sobre todo el trabajo de bordado y elaboración de encaje.
Luego caminando ya te vas enamorando más de la ciudad, es cierto hay mucho turismo, mucha gente como yo tomando fotos hasta que los dedos nos salga heridas jaja pero la ciudad tiene un encanto que aún permanece, ese encanto a antigüedad, el carruaje con una caballo impresionante pasando, las casas aún conservando sus estructuras con pequeñas estatuillas armonizando el camino y la vista de quién la visita, luego una calle de puro chocolate y cervezas te sorprende camino hacia la catedral principal, con esos escaparates hermosos y con ganas de probar todo!. Así es brujas una ciudad que no se puede dejar de visitar si estás en Bélgica.
Caminando, caminando, caminando llegas a la Catedral hermosa por fuera pero ahora el interior se encuentra en restauración así que solo hay pequeñas secciones abiertas para ver y orar. Y llegamos a la PLAZA MAYOR MARKT, la Plaza Mayor es el corazón de Brujas. Está rodeada de edificios con gran valor arquitectónico y en el centro destaca una estatua en memoria de los héroes locales Jan Breydel y Pieter De Koninck. Aquí destaca el edificio más impresionante de la plaza: la Torre Campanario Belfort, símbolo de la autonomía de Brujas. Se trata de una estructura con 47 campanas, 84 metros de altura y 366 escalones, lo que hace que pueda verse desde distintos puntos de la ciudad.
Otras de las cosas más bonitas es ver a Brujas de noche, la iluminación es perfecta y el paisaje no se puede pedir más!.
Brujas es una ciudad muy bonita pero mi recomendación es que la visita se puede hacer muy bien con solo un día o máximo dos, ya que la ciudad es pequeña y recorrerla es muy fácil. Llegar muy temprano y salir en el último tren por la noche es recomendable así te puedes ahorrar el hotel, donde lo precios no son tan amigables.
Brujas me encantó, aunque hiciera frío valió la pena, algunas veces estas épocas de frío son buenas por qué el turismo es menor, y así puedes caminar tranquilo y visitar todo sin hacer las pesadas colas que pueden demorar en épocas de verano hasta una hora y media de espera.
La comida típica es Carbonade Flamande, carne de res con salsa de cerveza y se come con las famosas papas fritas!. Un restaurante con buena comida por recomendar es AQUAREL, un pequeño lugar pero acogedor y el costo es accesible.
Espero que les haya gustado ☺️