Como dice la canción de Fito Páez…
«Habana a tus pies
no sabría cómo amarte de otra forma
Habana a tus pies
pasa el tiempo y tu recuerdo no se borra
Habana, tu piel, oh, Habana, tu piel
Habana de pie…
Conocer Cuba, fue y será la mejor experiencia de mi vida, mi primer viaje fuera de mi país, con mi primer trabajo, mi primer sueldo, fue toda una aventura.
5 días intensos, 5 días que me enamore de todo, de todo porque hasta de las plantas me enamoré, así de intenso fue.
Cada calle, cada camino que pase fue increíble. Conocer la habana fue retroceder en la historia.
Los días pasaron entre caminar por la ciudad, tomar un mojito y cantando al son de la música así fueron esos días.
El primer día descubrí la Habana Vieja, la zona turística y vital de la ciudad, visite el Capitolio Nacional una gran obra maestra, puedes quedarte parado algunos minutos mirándolo y quedarte encantado, luego seguí mi camino hacia la Escuela Nacional de Ballet, hay que tener mucha suerte para conseguir alguna entrada, aunque no tuve la suerte ese día, espero algún día regresar y presenciar tremendo espectáculo.
Me gusta recorrer la ciudad caminando pero también puedes darte un paseo en sus “cocotaxis”, son unos curiosos “mototaxis” como lo llamamos en Perú, pequeños y divertidos colores, puedes movilizarte con ellos y llevarte hasta la Plaza Revolución, el lugar donde Fidel Castro realizaba sus discursos para el pueblo, alrededor de la plaza podrás observar las imágenes (esculturas de hierro) del Che Guevara y de Camilo Cienfuegos, los compañeros eternos de Fidel Castro, también puedes visitar el Monumento a José Marti que se encuentra allí.
Un lugar imposible de no visitar es la Heladería Coppelia para mí el lugar más dulce de la Habana, con tu helado en mano puedes recorrer el Malecón, este malecón tiene 8 kilómetros que son infinitos y una experiencia inolvidable, cada vez que lo recuerdo, vuelvo a retroceder en el tiempo y soñar en regresar. Desde el Hotel Nacional puedes entrar y tomarte un delicioso café o delicioso ron y disfrutar la buena vista que te da.
Para terminar este viaje no puedes dejar de visitar “La Bodeguita del Medio”, aunque no es tan grande como se piensa, vale la pena esperar para tomarse el respectivo mojito y tomarte una foto con el bar.
Mis días en la habana fueron un sueño, de esos sueños que se penetran en uno y queda en nuestra memoria para siempre, de esos recuerdos que mientras estás haciendo cualquier cosa y regresan a tu mente, así es para mí La Habana – Cuba. Anímate a conocer CUBA
Fotos: Collage Vintage
Mili 🙂
